LANÚS.- (Por Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva) Un año y unos días. Todo ese tiempo, y una pandemia mediante, pasaron para que LG Deportiva pudiera volver a ser testigo in situ de un partido de Atlético a domicilio.
El 29 de febrero de 2020, cuando el “Decano” cayó 1-0 en La Plata frente a Gimnasia (qué increíble, con el Diego todavía sentado en su trono de entrenador), quién iba a imaginar todo lo que vendría en los siguientes 12 meses del calendario: dar vuelta cada hoja se tornó un ejercicio de templanza.
De hecho, antes de que comenzara la cuarentena, Atlético tuvo un compromiso más de visitante, el frustrado partido ante River en el Monumental de Núñez que no se jugó y que aún sigue pendiente de resolución.
Después se paró el fútbol, y cuando retornó meses más tarde los severos protocolos originaron que la prensa tuviera prohibido asistir a los estadios, primero, y se habilitara su presencia a cuentagotas, luego.
En esa segunda etapa, los clubes de Primera División -a diferencia de los de la Primera B Nacional- en general decidieron que el cupo de acreditaciones se destinara en exclusividad a medios de alcance nacional o a medios partidarios propios (incluso algunas instituciones, como Boca, decidieron no otorgar credenciales a medio alguno).
Así los medios partidarios o de la provincia de origen de los conjuntos visitantes se quedaron sistemáticamente fuera de los estadios foráneos.
“La Fortaleza” fue el escenario, por fin, en el que –tras intensas tratativas con el área de Prensa de Lanús- se produjo el retorno a la “presencialidad” de LG Deportiva en un partido a domicilio de Atlético. Para dar testimonio de primera mano de lo que sucede a la distancia. Ojalá se convierta en tendencia.
Quizá sea un signo de que algo está cambiando, en consonancia con la pretensión de que el público también pueda retornar a las canchas en breve, en cómodas cuotas.